martes, 1 de mayo de 2018

COMUNICACIÓN. Texto introductorio a la UT: Los archivos convencionales e informáticos

Para empezar: Encontrar una aguja en un pajar.

Cuando trabajes en  una empresa descubrirás el gran volumen de documentación con el que se trabaja: cartas de proveedores y de clientes, comunicaciones de las administraciones públicas como Hacienda o la Seguridad Social, nóminas de los trabajadores, facturas, pedidos, etc. Toda esta documentación es producida o recibida por la empresa en el ejercicio de su actividad, y para poder llevar a cabo la misma es importante que se encuentre debidamente ordenada.
En cualquier momento podemos necesitar algún documento y cuánto más rápido lo localicemos, más efectivo será nuestro trabajo. Si solo una persona se dedicara a archivar la documentación, sabría siempre dónde está cada documento. Pero la realidad es que dentro de la oficina  van a ser varias personas las que utilicen los mimos documentos, por lo que va a ser necesario partir de unas normas o reglas básicas que todos deben seguir. Imagínate por un momento el tiempo que se puede perder y las consecuencias que puede tener no encontrar un documento que necesitamos, por ejemplo, para atender debidamente a un cliente: daríamos una imagen de desorganización y falta de eficacia.
Pero la empresa no solo debe disponer de un archivo ordenado que permita localizar y consultar rápidamente los documentos, sino que debe establecer una serie de normas para conservar los mismos.
Es importante conocer qué documentos hemos de conservar y cuáles podemos eliminar, porque si la empresa conservara todos los documentos que produce y recibe, nos encontraríamos con que tendríamos un archivo que ocuparía demasiado espacio, lo que supone un aumento de los costes del mimo, una ocupación innecesaria de espacio útil y una pérdida de tiempo para los empleados.
Una forma de ahorrar espacio y dinero para la empresa es la utilización de los documentos electrónicos. Cada vez es más común más el intercambio y tramitación de documentación de forma electrónica en las empresas. Por ejemplo, la tramitación de un parte de baja de un trabajador puede realizarse a través del sistema RED de la Seguridad Social de forma más rápida y sencilla. Sin embargo, al igual que pasa con los documentos impresos en papel, es necesario seguir una serie de normas básicas respecto a la ordenación y conservación de los mismos, para lo cual será necesario que la empresa disponga y nosotros conozcamos el funcionamiento de los sistemas gestores de bases de datos de los archivos informáticos.

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